Fomenta los buenos hábitos del niño/a, a partir de un sistema de tareas y recompensas que se adaptan a las diferentes edades de crecimiento de los niños. Es esencial valorar el proceso más allá del resultado, que los niños valoren no sólo lo que se consigue sino cómo se consigue. Si el niño se ha implicado, le ha puesto ganas y ha mostrado motivación por hacer bien las cosas es digno de destacar.